jueves, 24 de febrero de 2011

Creative Commons - Una nueva era




- 24 de Febrero de 2011. Siglo XXI -

"Todo cambia, nada permanece" - Heráclito de Éfeso, siglo V a.C. -

...Y no sólo Heráclito; también la argentina Mercedes Sosa compuso una hermosa canción 25 siglos después con el mismo mensaje. Muchas cosas han cambiado nuestras vidas desde entonces pero especialmente una: la red de redes. Tanto nos ha cambiado internet que se ha convertido en una herramienta más en nuestro día a día. Consultar las cuentas bancarias, comprar billetes de tren o avión, reservar habitación en un hotel, comprar libros o cómics de segunda mano, leer el correo, chatear con personas de cualquier punto del planeta, compartir ficheros, ¡incluso teletrabajar! son para muchos meras rutinas diarias. Pero internet es también una herramienta para llegar a la gente; foros, blogs, sites, redes sociales y un largo etcétera de otras múltiples herramientas web permiten a la gente comunicarse y hacer llegar sus ideas a grandes comunidades de usuarios. Esto (para lo bueno y para lo malo) es ya una realidad aplicable a un gran abanico de géneros. Músicos, escritores y dibujantes aprovechan el potencial de la red para promocionar sus obras desinteresadamente. No hay más que visitar webs como Jamendo (http://www.jamendo.com/es/) para hacerse a la idea de la infinita oferta musical disponible de manera libre, gratuita y legal en la red. Y aquí uno puede formularse la siguiente pregunta: ¿Pero cómo podemos registrar nuestra obra renunciando a cobrar por ella (o cobrando por ella pero permitiendo que los demás la copien sin ánimo de lucro)? La respuesta es simple: Creative Commons. Y aquí tengo que citar a la
wikipedia:

"Creative Commons (CC) es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro que desarrolla planes para ayudar a reducir las barreras legales de la creatividad, por medio de nueva legislación y nuevas tecnologías. Fue fundada por Lawrence Lessig, profesor de derecho en la Universidad de Stanford y especialista en ciberderecho, que la presidió hasta marzo de 2008".

Y hablando de la wikipedia, hagamos un poco de historia. La wikipedia irrumpió con fuerza en la red hace ya una década (2001). Se trataba de una enciclopedia on-line que invitaba a todo el mundo a escribir y actualizar artículos de forma anónima y altruista. En un principio el modelo levantó suspicacias pero con el tiempo hizo sucumbir al gigante Microsoft, que tuvo que cerrar su enciclopedia Encarta.
La tecnología wiki puso de moda lo que se conoce como software social: wikis, blogs y chats (principalmente) fueron los responsables de un movimiento cultural que disolvía la exclusividad de la autoría y fomentaba el placer de compartir conocimiento. De forma similar muchos programadores apoyaron el software libre, término con el que se conoce al software distribuído y desarrollado sin restricciones, de tal manera que los usuarios pudieran crearlo, modificarlo y mejorarlo mediante la disponibilidad del código fuente. Linux se convirtió así en el paradigma del software libre. Todo este movimiento obligó a los legisladores a crear nuevas etiquetas que definieran el insólito uso de los productos virtuales y así surgieron las licencias Creative Commons.

La licencia
Creative Commons (me referiré a ella a partir de ahora como CC), también conocida como Copyleft, permite registrar una obra de una forma mucho más libre que mediante el Copyright. Permitirá que mantengamos nuestros derechos de autor pero permitiendo a otras personas copiar y distribuir su obra siempre y cuando reconozcan la correspondiente autoría (y bajo las condiciones especificadas en la licencia). ¿Qué tenemos que hacer para registrar cualquier obra (sea literaria, musical, audiovisual o artística (fotografías, cuadros...)? Tres sencillos pasos:



1.- Acceder al sitio web de 'Creative Commons' (http://creativecommons.org/).
2.- Pulsar en el botón de elegir licencia 'Choose License'.
3.- Establecer las condiciones legales que queremos aplicar a nuestra obra y las características de la misma (título, autor...).




Tenemos que pensar muy bien las condiciones legales que vamos a aplicar a nuestra obra: ¿podrán copiarla? ¿podrán lucrarse con ella? ¿podrán modificarla?. Una vez definidas las condiciones y trasladadas al formulario la obra quedará registrada. Hecho esto podremos obtener las correspondientes etiquetas que deberemos distribuir junto con la obra para informar de que está registrada y bajo qué condiciones puede utilizarse y distribuirse. Ya han tenido lugar varios juicios en diversos países (Bélgica, Holanda, Israel...) relacionados con la vulneración de los derechos protegidos por estas licencias y con resultados favorables para los propietarios de las mismas (http://creativecommons.org/weblog/entry/26115).

Y dicho esto me gustaría hacer ahora un pequeño ejercicio de reflexión relacionado con el tema que estamos tratando: ¿Pueden los artistas vivir de sus obras en un mundo copiable y en el que cada vez hay más gente dispuesta a mostrar su talento a cambio de nada?. No nos precipitemos a responder. Antes de hacerlo recordemos, a modo de paréntesis, que muchos artistas a lo largo de la historia no vieron en el arte una fuente de ingresos. Así, Miguel de Cervantes hizo las veces de recaudador de impuestos, de soldado o de proveedor de galeras reales además de dedicarse a la literatura, con la que no hizo una gran fortuna (recordemos que murió lleno de deudas). Otros artistas como Vincent Van Gogh no se dedicaron tampoco al arte de manera profesional (de hecho Van Gogh ni siquiera fue reconocido como un artista excepcional hasta después de su muerte).

Daniel Goleman
comenta lo siguiente en su conocido libro sobre Inteligencia Emocional:

"En un estudio efectuado sobre doscientos artistas dieciocho años después de que terminasen sus estudios, Csikszentmihalyi descubrió que aquéllos que en sus días de estudiante habían saboreado el puro gozo de pintar eran los que se habían convertido en auténticos pintores, mientras que la mayor parte de quienes habían sido motivados por ensueños de riqueza abandonaron el arte poco después de graduarse. Por encima de cualquier otra cosa, lo que los pintores quieren es pintar. Si el artista que se halla frente al lienzo comienza a preguntarse a cuánto venderá la obra o lo que los críticos pensarán de ella, será incapaz de abrir nuevos caminos. La obra creativa exige una entrega sin condiciones".


Y dicho esto respondo a la pregunta que formulaba previamente: en mi opinión la respuesta la irá dando el mercado (de hecho ha empezado a hacerlo). Internet ayudará a muchos artistas a darse a conocer y a ser reconocidos. Quizá eso pueda servirles de trampolín para pasar a mercados que reconozcan dicho talento económicamente, pero no necesariamente. Uno puede tener mucho talento y puede materializarlo en sus ratos libres sin llegar necesariamente a cobrar un euro por ello. O quizá sí: algunos autores del célebre cómic 'TBO' tenían una profesión y al finalizar su jornada laboral dibujaban aventuras para la mencionada publicación. Aventuras por las que sí cobraron. Lamentablemente la editorial se quedó con los derechos de autor y los autores no cobraron grandes sumas de dinero. Cuando la revista dejó de publicarse hubo casos como el de Sabatés, que tuvo que malvivir y se vió obligado a vender algunos de sus propios originales que guardaba para intentar salir del apuro.

Ahora más que nunca es cada vez más fácil compartir, copiar y distribuir ideas. Pero para poder ganarse la vida o vivir de ello uno tiene que hacer algo que realmente valga la pena.
Muchos grupos musicales comenzaron colgando sus obras en la red de forma que estas fuesen descargables gratuitamente por los usuarios y después han recibido el reconocimiento de un público que llena sus conciertos. Otros grupos ya consagrados también están intentando romper el esquema tradicional buscando al mismo tiempo un acercamiento a su público colgando sus discos íntegros en internet para que sus fans puedan descargarlos gratuitamente. Es el caso, entre otros muchos, de bandas como: 'Radiohead', 'Nine Inch Nails' o incluso de la española 'MCD'. Al margen de los derechos de autor, en el plano musical ya hemos visto como el portal www.youtube.com ha ayudado a más de uno a sacar partido a su talento: en poco más de dos años un adolescente canadiense llamado Justin Bieber pasó de colgar sus videos caseros en el mencionado portal a ser la sensación en el mundo de la música; algo parecidó le sucedió a la londinense Mia Rose. El desconocido autor del tema "Freeze My Senses" utilizó el portal para darse a conocer y consiguió que su tema se utilizase en la campaña publicitaria de la Lotería de Navidad en 2010 (otro ejemplo de cómo utilizar la red para promocionarse y sacarle partido).



En el panorama audiovisual son ya muchas las películas que se han estrenado con licencias CC. (http://wiki.creativecommons.org/Films). Nunca antes
los creadores habían tenido a su alcance tantas (y tan poderosas) herramientas de creación y distribución a la hora de producir contenidos audiovisuales de calidad y a tan bajo coste. Los intermediarios tienden a desaparecer. Internet, el P2P, el vídeo bajo demanda y la aparición de nuevos formatos narrativos (series y vídeos cortos de youtube) están produciendo cambios en la forma en que los espectadores consumen. Estamos ante un panorama que pone en jaque al modelo tradicional de financiación, producción y distribución.

Lamentablemente en nuestro país no se ha estrenado ninguna película pero ya se está rodando la primera: 'El Cosmonauta'. Un film en el que la gente puede colaborar realizando alguna aportación económica (un mínimo de 2 euros es suficiente para colaborar) a cambio de recibir algo de "merchandising" del film, participar en el sorteo de un traje de astronauta y lo mejor: aparecer en los créditos del film. Se trata de películas que se estrenarán en la web (también en cines) pero que podrán ser descargables y modificables, lo que aporta la posibilidad de ir un poquito más lejos: los espectadores van a poder acceder a todo el material del rodaje y van a poder remontar las películas con finales alternativos o con otra banda sonora (siempre bajo las mencionadas condiciones de las licencias CC). Algo impensable actualmente debido a las ataduras de los derechos de autor con copyright.



En cuanto a literatura cada día es posible encontrar nuevos libros que se distribuyen a través de la red en formato electrónico (todos ellos descargables libremente). El blogger canadiense Cory Doctorow, ha conseguido que su novela ‘Little Brother’ (con reminiscencias de '1984') esté en el ranking de los libros más leídos según el New York Times durante cuatro semanas consecutivas. Otra reafirmación del triunfo de Internet cómo medio de difusión de la literatura. En cuanto a cómics se refiere apareció hace dos años una publicación con licencia CC: 'La Parada', aunque sólo alcanzó tres números y el proyecto terminó sin éxito. Javier Gil, uno de los responsables, comenta que el principal problema fue la falta de recursos pero también dejó claro lo sorprendente que resulta comprobar cómo empresas con muchos años a sus espaldas siguen haciendo las cosas de manera irresponsable y cómo los monopolios de ciertas empresas parecen no tener intención ninguna en que las cosas cambien.





Charles Leadbeater, experto en innovación ya predice que el futuro va a estar en buena medida modelado por esta nueva cultura de colaboración e innovación en masa. Durante 260 años, nuestra sociedad se ha basado en la producción masiva, pero la aparición de internet y las nuevas tecnologías ha dejado obsoleta dicha filosofía.

A continuación cito algunos enlaces muy interesantes:

1) Para ver películas con licencia CC: http://www.cinepata.com/
2) Para escuchar música con licencia CC: http://www.jamendo.com/es/
3) Para leer libros con licencia CC: http://wiki.creativecommons.org/Books
4) Para comprender mejor la idea de CC: http://www.youtube.com/watch?v=dI-eUc-bgfI&feature=related

Huelga decir que consultar estos enlaces no nos impide poder seguir yendo al cine o comprando discos/libros/cómics en las tiendas. Hay quien generaliza afirmando que los españoles queremos "todo gratis". También hay que decir que cada día somos víctimas de la publicidad que nos bombardea y no consultamos este tipo de obras porque pensamos que o no tienen suficiente calidad o simplemente no nos llaman la atención. Es un ejercicio sano abrir la mente y deleitarse con alguna composición musical de esas que no suenan por la radio y que se mueren de ganas por llegar hasta los altavoces de nuestros equipos para hacerse oír. Puede que su autor sea africano, o quizá chileno, o de cualquier otra etnia o lugar. ¿Qué más da? ¿No vale la pena darles una oportunidad?

No quiero pecar de ingenuo y hacerme a la idea de que vivimos en un mundo lleno de obras CC. Yo mismo sigo consumiendo una cantidad razonable de libros y cómics
y algún que otro disco con copyright © pero creo que los cambios se producirán de forma paulatina. Es impensable que la situación cambie de la noche a la mañana. Como comentaba al inicio del artículo, el mundo está cambiando. Internet ha cambiado nuestras vidas y quizá esta nueva era nos lleve a pensar en nuevos modelos de negocio. Los políticos podrán aprobar leyes que protejan a los autores pero es imposible ponerle vallas al mar. La red es como un ser vivo que evoluciona día a día y buscará la manera de que los usuarios puedan seguir accediendo y compartiendo información por lo que, si la industria quiere mantenerse a flote, va a ser necesario que reinvente su engranaje y aproveche las condiciones de la red para llegar a sus clientes. Dejar de apostar por modelos jerárquicos y potenciar formas más colaborativas de trabajar. Que cada uno saque sus propias conclusiones. Dejemos que el tiempo nos haga ver como evoluciona este organismo vivo llamado internet.

"No podemos bañarnos dos veces en el mismo río" - Heráclito de Éfeso, siglo V a.C. -

Fuentes consultadas:

- Revista Redes nº 9. "Ideas empresariales para el siglo XXI"
- Revista Redes nº 12. "Entrevista a Charles Leadbeater - Experto en innovación".
- Creative Commons España (http://es.creativecommons.org/)
- blog.engeneral.net. "Cómo registrar cultura sin la SGAE.
- Inteligencia Emocional. David Goleman. Editorial Kairós.
- Wikipedia
- http://www.conciertos10.com
- http://lanuez.blogspot.com/2008/04/la-parada-un-comic-con-creative-commons.html
- http://lpmagazine.blogspot.com/

- http://wiki.creativecommons.org/Films
- http://www.elcosmonauta.es/